Opiniones Makalu Pro: Analizamos a fondo el ciclomotor eléctrico de Cecotec
Contenido actualizado el 10 de julio de 2025
El Makalu Pro entra fuerte en la liga de los patinetes eléctricos con asiento, aunque en realidad debe estar matriculado como ciclomotor.
Y no es para menos.
Es el modelo más salvaje dentro de la familia de patinetes eléctricos Cecotec, diseñado para quienes no se conforman con dar paseos: quieren dominar la calle.
¿QUÉ ENCONTRARÁS EN ESTE ANÁLISIS?
- Características principales del modelo Makalu Pro
- Los puntos fuertes del patinete eléctrico Cecotec Makalu Pro
- Opiniones del Makalu Pro
- Nuestra opinión
¿Cuáles son las características del Cecotec Makalu Pro?
- Potencia nominal de 1000 W (1600 W pico): Motor brushless que responde con garra. No es postureo: empuja de verdad y sube cuestas del 15 % sin dramas.
- Batería de 20.000 mAh extraíble: Una batería de 48V que puedes cargar sin mover todo el patinete. Práctica y con energía para rato.
- Autonomía de hasta 45 km: Si no te flipa ir en modo Rápido todo el rato, te olvidas del cargador un par de días.
- Velocidad máxima de 40 km/h: Aquí no se anda con medias tintas. Te lleva rápido, pero cumpliendo la normativa para ciclomotores.
- Ruedas de 13,5″: Sí, has leído bien: ruedas gigantes con tracción y estabilidad a prueba de calles infernales.
- Doble suspensión: Delantera y trasera, que sí funcionan. Vas sobre raíles aunque el terreno diga lo contrario.
- Sistema de frenado doble con e-ABS y regenerativa: Frena con precisión y además recupera algo de energía en cada parada. Tecnología que se nota.
- Homologado para circular como ciclomotor: Puedes matricularlo y circular sin sustos. Legal, seguro y preparado para todo.
Importante: el Makalu Pro está homologado como ciclomotor, así que para circular legalmente necesitas matrícula, seguro obligatorio, casco y permiso de conducción tipo AM o superior. No es un juguete: es un vehículo serio.
¿Qué es lo que nos enamora del Makalu Pro?
Esto no es un patinete con motor: es un ciclomotor con alma de tanque
1600 W que no solo suenan bien, se notan desde el primer golpe de acelerador.
Lo primero que notas al subirte es la respuesta.
Motor brushless de 1000 W nominales y 1600 W de pico, con entrega progresiva pero con garra desde parado.
No hay retardo, no hay vacíos. Pisa y sale.
La diferencia se nota sobre todo en cuestas reales, de esas que hacen resoplar a bicis eléctricas y patinetes de 500 W.
El Makalu Pro las sube sin perder velocidad ni calentarse de más.
¿Terreno mixto?
Sin problema. Gracias al par motor generoso y una transmisión eficiente, mantiene su empuje tanto en asfalto como en caminos de tierra compactada o zonas con pendiente sostenida. Esto no es solo potencia para lucir, es potencia que sirve. Y sí, se nota hasta con 100 kg de peso.
45 km sin mirar el enchufe
Batería que cumple, y además te la puedes llevar al salón
No todo es potencia. Lo que lo convierte en vehículo de diario es su autonomía fiable.
El Makalu Pro monta una batería de 48V y 20Ah (20.000 mAh), con celdas de litio bien equilibradas y sistema BMS que evita sobrecargas, controla temperatura y alarga la vida útil sin perder eficiencia con los ciclos.
En ciudad, sin modo Sport todo el rato y con conducción normal (semáforos, paradas, subidas…), da entre 40 y 45 km reales.
Sin inventos. Y si tienes sitio donde cargarlo, bien.
Pero si no, te llevas la batería —es extraíble— y la enchufas donde sea: oficina, trastero o al lado del router mientras ves Netflix (si te da por meter un ciclomotor en casa, claro).
Además, al estar integrada en la base y no en la columna, baja el centro de gravedad y mejora el equilibrio en marcha. Autonomía, sí.
Pero también estabilidad y diseño con lógica.
Ruedas de 13,5” que se lo comen todo
Y suspensión de doble brazo que no va de postureo
¿Quieres seguridad en serio?
Ruedas de 13,5 pulgadas con taco urbano y carcasa reforzada. Su diámetro aporta tres ventajas clave: mayor tracción, mejor absorción y altura libre frente a obstáculos.
Pasa por encima de tapas de alcantarilla, grietas o raíces sin perder el control.
Y lo que las complementa es una doble suspensión con recorrido real: no lleva muelles decorativos. El sistema de amortiguación está diseñado para trabajar en compresión y rebote, no solo para suavizar.
Eso significa que en superficies rugosas o bacheadas, el cuerpo del patinete se mantiene estable y tú no acabas con los dientes castañeando.
La combinación ruedas grandes + suspensión funcional lo convierte en un vehículo urbano de uso diario para cualquier terreno.
Da igual si llueve, si hay arena en el carril o si tu ruta incluye tramos chungos. Aguanta.
Frena con cabeza (y con estilo)
Discos reales, regeneración útil, y cero sustos al soltar el acelerador
Aquí no hay tamborcito trasero ni e-ABS de pega.
El Makalu Pro monta doble disco de freno de precisión (delantero y trasero), gestionado por una centralita que activa también la frenada regenerativa al soltar el acelerador o pulsar suavemente el freno.
Esto se traduce en tres cosas importantes:
- Respuesta inmediata y progresiva, sin bloqueos ni derrapes en mojado.
- Recuperación energética real en tramos urbanos con muchas paradas, lo que se nota en la autonomía final.
- Mayor control en situaciones límite, como cruces inesperados, peatones despistados o frenadas de emergencia.
El tacto es firme y preciso, incluso tras varios kilómetros de uso intenso. No se fatiga fácilmente y no pierde eficacia cuando el terreno se complica.
Aquí no estás apostando por suerte, estás apostando por un sistema de seguridad activo de verdad.
En la actualidad ya no se ven muchos modelos de este tipo, sin embargo, si quieres ver más, mira nuestra comparativa con los 3 patinetes eléctricos más recomendados en España.
Qué se podría mejorar
- La velocidad de 40 km/h lo deja fuera de los VMP: hay que matricularlo, y eso complica un poco las cosas.
- Es voluminoso. No es el típico patinete plegable para meter en el maletero sin planificar.
- Sin conectividad ni app: ni ajustes desde el móvil ni datos de uso.
- No incluye pantalla a color ni indicadores visuales avanzados.
- Y repetimos: DEBE ESTAR MATRICULADO COMO CICLOMOTOR.
Opiniones del patinete Cecotec Makalu Pro de quienes ya lo están usando
Aunque no hay todavía un torrente de opiniones, lo que se comenta por foros y webs es bastante claro: potencia y autonomía muy correctas, buena experiencia en trayectos largos y estabilidad sobresaliente. La gente destaca la comodidad al conducirlo y lo bien que se comporta en terreno mixto.
Como puntos menos dulces, lo de tener que matricularlo tira para atrás a algunos, y también que no sea tan portable como otros modelos. Pero en términos de rendimiento y robustez, las valoraciones son muy positivas.
Nuestra opinión del Makalu Pro
Este Makalu Pro no es para todo el mundo, y eso es precisamente lo que lo hace tan interesante.
Si buscas algo ligero, urbano y sencillo de transportar, sigue buscando. Pero si lo que quieres es un patinete con asiento que tire fuerte, que aguante el trote diario, y que te dé ese extra de comodidad y presencia… este es tu modelo.
Es potente sin ser salvaje, estable sin ser tosco, y cómodo sin pasarse de chill. Está claro: no es el más barato, pero lo que ofrece lo vale.
¿Qué te ha parecido el ciclomotor eléctrico de Cecotec? ¿Ya habías probado el Makalu pro? En tal caso, comparte tu experiencia abajo en los comentarios.
¡Fijo que le sirve a alguien más!
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Manuel E. Camacho es un apasionado de toda aquella tecnología que beneficie a la salud del planeta, como es el caso de la movilidad sostenible con los patinetes eléctricos. Al haber vivido en diferentes países europeos, ha podido comprobar de primera mano, como en el norte de Europa se cuida al máximo el transporte sostenible y se da prioridad a medios de transporte alternativos y respetuosos con el medio ambiente. Movido por su curiosidad y creatividad, Manuel E. Camacho analiza minuciosamente el mercado en busca de nuevos elementos que promuevan el cuidado del planeta, para equiparar España al resto de países europeos en cuanto a movilidad eléctrica sostenible con el planeta.
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Responsable: Manuel Enrique Camacho Fernández